Goiz, martxoaren 8a izango da. Guztiok dakigunez , egun horretan, EMAKUMEEN EGUNA ospatuko dugu. Hau dela eta gelan ipuin hau landuko dugu eta etxean ere zuen umeekin ikustea ondo legoke. Pronto será el 8 de Marzo, y como todos/as sabemos este día se celebra el dia INTERNACIONAL DE LAS MUJERES. Nosotras/os pondremos nuestro granito de arena trabajando en clase este cuento. Os animo a que en casa también lo veais y comenteis con vuestras/as hijos/as. KLIKATU IPUIN GAINEAN!!!!¿DE DÓNDE SALE ESTA NIÑA?
Para Sami, antes todo era muy sencillo. Primero: había gente con sirí. Segundo: había gente sin sirí. Tercero: los que tenían sirí eran más fuertes que los que no tenían sirí. ¡Por la sencilla razón de que tenían sirí!
No merece la pena ni discutirlo. Esto ha sido así desde el principio del mundo. Pongamos un ejemplo: los mamuts. En la época de los mamuts pasaba lo mismo: había mamuts con sirí y mamuts sin sirí. ¿Cuáles eran más fuertes?
Así que Sami estaba muy contento por pertenecer al grupo de los que tenían sirí. Y que se aguanten las niñas… Él no tenía la culpa de que les faltase algo. ¡Allá ellas!
Pero todo esto era antes. Porque un buen día, Luna entró en la clase de Sami. “Voy a presentaros a Luna” dijo la profesora. Al principio, Sami no hizo caso de Luna. Era un ser que no tenia sirí, de los que sólo juegan con muñecas y dibujan florecillas de colores entre nubes de algodón.
Y de pronto, en medio de la clase de plástica la profesora enseñó el trabajo de Luna, y dijo sonriente: “¡Qué buena eres! ¡Qué bien dibujas!”. En el folio, no había florecitas, sino un enorme mamut. Pero bueno, ¿de dónde sale esta niña?, se pregunto Sami.
“No puede ser ¿de dónde habrá salido esta niña?”, seguía preguntándose Sami una y otra vez. De repente, Sami tuvo una brillante idea: Luna era una niña especial. ¡Ahora estaba todo claro! Luna tenía algo más que las otras niñas. ¡Exacto! ¡Una sin sirí con sirí! ¡Menudo engaño! Sami se propuso en ese momento investigarlo.
En cuanto tuviera la prueba del sirí de Luna, se lo contaría a toda la clase. Entonces ¡nadie querría jugar con ella más! ¡Rápido -se dijo Sami- tengo que empezar inmediatamente! Sami se pegó a Luna para espiarla bien. Miró por debajo de la puerta y vio que hacía pis sentada, y no de pie. Pero bueno, eso no importaba en absoluto. Todo el mundo puede hacer pis sentado.
Otro día que Sami fue a dormir a casa de Luna, tampoco hubo suerte. La niña se cambió en el cuarto de baño y salió con el pijama puesto, por cierto, con dibujos de mamuts. Esa noche Sami no vio más. Ni otras noches que fue a dormir, ni ningún día vio nada de nada. Sami no era tonto pero ¡es tan difícil espiar esas cosas!. Después de decenas de noches y de decenas de días, Sami no tenía ni una sola prueba de nada.
Y entonces llegó el verano. Luna y Sami se encontraron en un camping. Mientras los padres montaban las tiendas, ellos gritaron: “¡Vamos a bañarnos!” Estaban tan impacientes por meterse en el mar que se olvidaron de coger los bañadores.
Se dieron cuenta cuando llegaron a la playa. - ¡Brr!- se quejó Luna, ahora nos toca volver… “Ni hablar” pensó Sami. Esta es la ocasión: ahora o nunca. – De volver, nada. Podemos bañarnos desnudos- dijo. Estaba convencido de que Luna no querría, sin embargo, la oyó decir: - Bueno. Ella empezó a desnudarse. Lo primero que vio Sami fue el culo.
Pero por los culos no se puede averiguar mucho: casi todos son iguales. Luego, Luna se dio la vuelta. ¡Sami se quedó con la boca abierta y los ojos a cuadros! Apenas consiguió farfullar: - tú… tú… ¡no tienes sirí! Extrañada Luna se miró debajo de la tripa, y respondió: - ¡Claro que no! ¡Yo tengo sirá! Y ¡echó a correr tan tranquila hacia las olas!
Así que ahora el mundo ha cambiado para Sami. Antes había unos seres con sirí y otros sin sirí. Ahora sabe que unos tienen sirí y otras, sirá. ¡AH…! Y TAMBIÉN SABE QUE A LAS NIÑAS NO LES FALTA NADA.
Muy bonito.Me a gustado mucho.
ErantzunEzabatu